Posición supina vs. prono para detectar arritmias e isquemias en los pacientes intubados

De acuerdo con el estudio “Comparación del ECG de 12 Derivaciones en Prono y Supino: Implicaciones de la Evaluación Cardíaca Durante la Ventilación en Pronación en COVID-19”

(“Prone and Supine 12-Lead ECG Comparisons: Implications for Cardiac Assessment During Prone Ventilation for COVID-19”) publicado en JACC Clinical Electrophysiology, hacer el electrocardiograma en la posición de espaldas puede ser una herramienta muy útil para los pacientes que requieren ventilación en pronación.

David Chieng et al. llevaron a cabo un estudio para comparar los cambios entre un ECG prono y uno en la posición normal, es decir, supino. Asimismo, se pretendía determinar las ventajas del ECG en la posición prono para detectar daño al miocardio, anormalidad en el ritmo y conducción (polaridad).

En esta prueba participaron 100 pacientes con diversas condiciones cardíacas a quienes se les realizaron 3 ECGS de las siguientes maneras:

  • Supino (Standard Supine Front SF).
  •  Prono con derivaciones precordiales colocadas al frente (PF).
  •  Prono con derivaciones precordiales colocadas en la espalda, en espejo respecto a las del frente (PB).

ECG prono vs. supino

Debido a que los pacientes con COVID-19 con hipoxia requieren ventilación en pronación, hacerles un ECG en posición supina puede ser complicado. Por eso, el equipo de investigadores liderado por Chieng decidió evaluar la opción de hacer dicha prueba en la posición en la que requiere la ventilación, es decir, prono.

Para hacerlo, los cables precordiales se colocaron en la parte posterior del paciente (en espejo de las posiciones habituales de la pared torácica anterior) en los espacios intercostales 4º y 5º. Esto evita reposicionar a los pacientes para un ECG de 12 derivaciones, una maniobra complicada dada la intubación y que puede causar desaturación de oxígeno.

El ECG prono y la detección del arritmia

Como ya se mencionó anteriormente, los objetivos del estudio incluían detectar daño al miocardio, anormalidad en el ritmo y conducción. Estos son algunos de los principales hallazgos del equipo liderado por David Chieng:

  • La pronación está relacionada con una prolongación del QTc numéricamente pequeña, pero estadísticamente significativa.
  •  En un 90% de los casos el ECG Prono se asociaba a una nueva morfología qR en las derivaciones V1 a V3 y presentaba una reducción significativa en la amplitud de las ondas R-, S- y T- en esas mismas derivaciones.
  •  En el ECG de los pacientes en posición SF con isquemia en el miocardio anterior o infarto con cambios en los segmentos ST en las derivaciones V1 a V3, dichos cambio dejaban de ser visibles en posición PB en las mismas derivaciones. Por el contrario, la elevación/depresión del segmento ST en las derivaciones de las extremidades permanecían sin cambios en la posicion PB.
  •  En el 84% de los participantes en el estudio, la pronación estaba asociada con cambios en la polaridad de la onda T en las derivaciones V1 a V3. La inversión de la onda T no presentaba cambios en la pronación en las derivaciones laterales precordiales / extremidades.
  •  En pronación, el bloqueo de la rama izquierda (LBBB por sus siglas en inglés) tuvo un cambio de polaridad, mostrando un aparente bloqueo de la rama derecha (RBBB por sus siglas en inglés).
  •  El bloqueo de rama derecha (RBBB) se hizo más estrecho con aparición de qR en las derivaciones V1 a V3.
  •  La pronación no afectó la detección de arritmia.

Conclusiones

Como ya se suponía, el ECG en pronación no es útil para detectar lesiones en el miocardio anterior, sin embargo, sí es confiable para:

  • Detectar anomalías del segmento ST y la onda T en las derivaciones de las extremidades.
  • Detectar bloqueo de rama derecha.
  •  Monitorear el ritmo.

Esto significa que, el ECG prono es una herramienta diagnóstica útil en pacientes con COVID-19 que requieren ventilación en pronación.